Como si fuese fácil
Me gustan los besos inesperados que son capaces de dejar la mente en blanco. Me gustan las manos delicadas que hacen vivir una fragilidad inexistente.-
Me gusta...
Qué desagrado...
Y el décimo tercer día de ese año realicé el acto más cobarde que podría haber imaginado.
Seis palabras que debieron haber sido cinco, pensadas en dos minutos exactos, dichas a una hora indecente de la madrugada que obtuvieron como respuesta un silencio... un largo e incómodo silencio.
Al otro día, la rutina nos volvió a matar.-
Terminó
Y más de un millón de veces sentí que todo había terminado ("terminó... terminó... al fin todo terminó")
La alegría era evidente. Se le sumaba un agotamiento que era a la vez un respiro. Respiraba tranquila después de mucho tiempo.
Mas nunca fue un completo final, la Tenebrosa Sombra siempre volvía a su lugar, a asustar y a gobernar tan sólo como ella lo sabe hacer.
Hoy vuelvo a decir terminó, todo terminó. La Tenebrosa Sombra ha perdido su fuerza.
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