Dependencia

Me usaste todo este tiempo, te refugiaste en mí y di todo para verte bien. Me desvelé noches enteras intentado comprender, dando un poco de consuelo, una que otra vez lloré contigo. Te defendí incluso cuando tus pensamientos no eran capaces de hacer algo bueno por ti. Te recogí cuando eras un ser vacío y te di un alma, te alojé en mi casa, te acompañé a la tuya y te sanaste.
Ahora sabes hablar por ti misma, puedes defenderte y ponerte en píe las veces que sea necesario... ahora te vas detrás de otra, de la cual te defendí en innumerables ocasiones, vas tras una traidora y me haces daño: Dices que quieres verme mientras te alejas con excusas que ni tú puedes creer.
Tu amor se escucha cada vez más bajo y yo guardo silencio intentado escucharlo mejor, pero es completamente inútil.

La magia que nos embargó fue el mero producto de un mundo hermoso al cual te invité a vivir, un mundo que destruyes cada vez que no te atreves a mirarme, cuando me odias sin razones y cuando eres incapaz de ver que todo lo hice pensando en ti.

Esa vez dije que no volvería a suceder, pero acá estoy, 
dependiendo del daño que nos hacemos cada vez que nos vemos.