Libre

Hace un tiempo conocí a una mujer, no cualquier mujer, es una mujer diferente a todo lo visto por los humanos en esta tierra. Y no digo que es especial por su belleza, por el color de su pelo o por un simple cuerpo perfecto. Ella va más allá de eso, su pensamiento y su actuar son excepcionales, me atrevo a decir que es un privilegio conocerlos, un privilegio es, también, interactuar con ella. Me dijo una vez: "El que no me quiere, me odia. Son las únicas dos opciones" Yo no tenía miedo, pero no quería involucrarme mucho con ella, sabía que era diferente... Esa fue una de las primeras advertencias que me dio diciendo, indirectamente, "aléjate". Y yo... yo pensé que sería capaz de tratarla como a una más en mi vida... Me relacioné con ella, comenzamos a salir... a caminar, a tomar helados (creo que es una de las cosas que más le gusta...) helado de tres leches, helado de pie de limón y muchos otros sabores que en este momento no logro recordar, a comer… salimos en busca de perros (un amor que compartíamos desde antes de conocernos) ... Una mujer libre y decidida: libre de toda esta mugre existente en la tierra; decidida a no perderse en la masa, a no ser una más... Escritora innata, todo lo que sentía podía traspasarlo a un papel, sus escritos eran hermosos... Con ella nunca fui yo, comencé a admirarla... comencé a aparentar, ¿que diría ella al mezclarse con una persona más de esta sociedad, con una simple pequeña niña? no le mentía, solo... actuaba diferente, eliminé mis reacciones espontáneas, calculé cada paso que debía dar... Me empecé a enamorar... Tenía muchos puntos en contra, pero confiaba en mí, estaba segura de que podría enamorarla... Nuestra relación se fue estrechando, o así lo sentía yo... Los besos, para mí cada vez más importantes, para ella solo un juego… yo lo sabía… no quería asumirlo. Me interesé en conocerla, cada cosa que me decía, cada gesto, yo lo guardaba en mi memoria… Ella se convirtió en mi todo. La veía poco, pero cuando la veía era feliz. Aprovechaba cada momento con ella, cada momento era pleno… o eso era lo que me hacía creer a mi misma. Un día me enteré de lo peor que pudo haberme dicho, a mi parecer, claramente. Ella no era libre como me había dicho todo ese tiempo, estaba atada, muy atada… no a cualquier cosa bana, estaba atada a una persona, ella estaba enamorada… tan enamorada que sentí que yo ya no podía seguir luchando por ella. Todo estaba perdido… En todos los otros aspectos ella era libre, si… muy libre, y el que me importaba a mi? Se me pasó por la mente alejarme de ella, pero no era capaz… no podía abandonarla, claro, tendría más gente a su lado, y yo tal vez no era muy importante en su vida, pero yo no me perdonaría abandonar a alguien de esa forma… Estuve junto a ella, mucho tiempo, sabiendo que ella sufría por otra mujer. Yo aguantaba, y cada momento en que estaba con ella yo… Simplemente intentaba disfrutarlo Comencé, al fin, a ser yo. Me liberé (cosa que aprendí de ella) de muchas de mis ataduras cotidianas, ahora me importaba mucho más lo que ella pensara de mi, por lo tanto, entendí que sería mejor mostrarme tal cual soy… Me mostré, sincera… lo más sincera que pude. Comprobé que los que no la querían, simplemente la odiaban… Comprobé que su libertad estaba condicionada solo por una persona Comprobé que ella era lo que le hacía falta a mi vida, mas ella nunca me vio como alguien indispensable… Luché por ella, hasta sentirme fatigada, hasta sentir que todo lo que hacía no tenia ninguna recompensa… Ahora brindamos por nuestra amistad… Ahora… nos hablamos, a veces poco, a veces mucho… Ahora nos reímos juntas y compartimos algunas copas por ahí. A veces… no la saludo… Sigo pensando que es una mujer especial, que su libertad, es incomparable con todo lo que existe en esta tierra, ya que ella es única. Nunca volveré a conocer a alguien así, y eso me hace feliz. Aún no la amo, aún me estoy enamorando… y ya no creo que sea un problema.