Onda... siendo bien sincera, la verdad es que quiero puro follarte.

ok, no es lo más hermoso que he escrito, pero sí lo más sincero.

M.

Te tengo en mi cabeza desde que desperté... En el instante  en que entro a nuestro lugar común te veo donde siempre, con tu figura sencilla y la sonrisa que no te abandona. Decido que es momento de acercarme a ti, te haces más grande con cada paso que doy, mis latidos se aceleran y ya no sé qué es exactamente lo que hago. Saludo a todos los que se cruzan en mi camino, sin quitarte los ojos de encima y sin prestarles atención sigo avanzando, buscando nuestro encuentro. Al fin me has visto: me miras con detención, quizás notaste la diferencia. Ahora, esa sonrisa es mía, alzas tu mano... no hay respuesta. Sigues sonriendo. Mi camino, al igual que tu espera, se han tornado eternos y enredados, pero ha acabado y se siente en el ambiente, todos somos capaces de sentirlo. El saludo es mera cordialidad, siento la tensión en tu piel, huelo algo nuevo... Te abrazo y sin saber cómo el acto es inminente. Las miradas confusas de todos están fijas en nosotras, todos impacientes y desconcertados, tienen ahora carne fresca para que devorar: seremos el tema de conversación de la semana entrante, pero eso tampoco importa...