Banal

Y estando borracha de tantas copas de verdades que había tomado le grité que estaba enamorada. Me miró, tuve esperanza y tal personaje de película mi mirada se clavó en ella, los segundos pasaron y el terror se apoderó de mí. Me dijo que se alegraba de que al fin lo aceptase, que después de casi un año ya era hora de que lo dijera, que me entendía y que mi hablar me había delatado ya delante de todos antes de que yo misma me enterara de lo que sucedía.

Esa noche supe lo predecible que soy y lo bueno que es deshacerse de esos secretos que se arrastran hace años.

Y llorar y esperar.

Te miraría a los ojos, te abrazaría como antes y te diría sin miedo alguno que te amo, que jamás dejé de amarte y que cada persona que pasó por mi lado sólo fortaleció mi lazo contigo.. sólo lograban decirme que tú no eres perfecta, pero eres lo que me gusta, con tu sencillez, con tu sonrisa fácil...

Y, mientras besaba a otra, pensaba en ti.

Destrucción

Lentamente me acercaré a ti, primero crearé lazos con el enemigo, me sentaré con ellos a compartir una cervezas y quién sabe qué tantas otras cosas. Me dirán tus más profundos secretos, esos que ellos han recogido cada vez que tus los dejas caer sin ningún tipo de resguardo. Claro está que ellos los guardan como un tesoro, obtendrán de mí todo lo que puedan antes de entregarlos, pero eso no es lo importante: cuando los días pasen, yo tendré a tus enemigos de mi lado y junto con ellos tus puntos débiles.

Teniendo ya tan preciados objetos, me acercaré ahora a los que se hacen llamar amigos, aquellos que guardan tus secretos actuales, pero que, a diferencia de tu enemigo, no los valoran... con mi amiga paciencia conseguiré que digan cada palabra que quiero escuchar, me dirán tus temores y, con ellos, obtendré tus fortalezas, las cuales con determinación he de destruir.

Poco a poco he de conseguir un perfil exacto de quien eres, recurriré a mi memoria, que tanto falla en estos días, y con eso corroboraré los datos recopilados... analizaré cada cosa que escuche y todo será usado a mi favor

Al poco tiempo, me verás segura, caminando a tu lado, siendo yo tu mayor apoyo... ahora serás tú quien confíe ciegamente en mí, hablarás bien de tus enemigos y mal de tus amigos, serán tú quien me diga qué te daña...
Tranquila, no te darás cuenta cuando tu mundo se caiga a pedazos, te des de bruces contra el suelo y te encuentres sin amigos y el bando de los enemigos se haya fortalecido... ¿Te cuento lo mejor? jamás sabrás que fui yo la causante y seguirás confiando en mí.. o al menos en la sombra que deje sobre ti.

Error.

Nuestro error fue haber escrito un "te amo" en la arena. Nadie más que nosotras lo valoramos y las imágenes que capturamos no fueron suficientes para mantenerlo en pie.

El mar fue el primero en atacarlo, definitivamente a él no le gustó nuestra acción...
La gente lo pisoteó sin pensar en lo que sentíamos, el viento borró la evidencia y quizás las pulguitas nos odiaban por perturbar su hogar.

Sí, sin duda ese fue nuestro gran error.

Secreto.


¿Sabes? desestabilizaste el mundo cuando decidiste llamar.
¿Sabes? sólo quería besarte (...everybody hurts...)

Callé cuando agradeciste mi compañía (...Everybody cries...), cuando nombraste lo fundamental e inesperada que he sido en tu vida, mientras las ideas se revolvían en mi mente, se atropellaban con tal de salir y decir lo que sea, por muy falto de sentido que sonara, yo quería abrazarte y simplemente mirar, como en esas noches que antes nos encantaba repasar una y otra vez.

Quizá, me habría gustado conocerte en una noche como esa y, con un beso, crear esa atmósfera que jamás destruimos. (...sometimes...)

Ciclo.


Hoy, oficialmente, te odio. 

Intertanto.


Cada vez que se miraron, cada beso que se dieron, cada palabra que se regalaron se desvanece a la vez que miran a otro, besan a otro y le hablan a otro. Falsas promesas que se suman a la lista, un cúmulo de mentiras que forman una detrás de la otra, se siguen y siguen como si nunca acabaran.
 ¿Qué pasa por sus mentes? ¿Acaso es tan sencillo empezar y dejar de amar? ¿En serio sienten amor?

Una mezcla de sensaciones me invade; quiero dejar de pensar (como le aconsejé a ella), quiero quitar de mí los malos momentos sin que ello implique eliminar las buenas ideas que experimentamos (sí, también se lo dije)... Pasan los días y quiero recordar todo, cada mínimo detalle de su cara, sus ojos y su lengua, qué nada tenía de particular. Luego me encuentro recordando con rabia cada cosa que pasó, cada cosa no dicha, la última vez que la vi, la última vez que la nombre y me culpó de cosas que no podía evitar.

Se dijeron "te amo" incontables veces, besaron a otras personas en el intertanto. Se miraron nuevamente y callaron las excitantes experiencias que habían vivido. Se miraron como siempre lo habían hecho y vieron que siempre ya no era igual, vieron que siempre ya no volvería a lo de antes, vieron a otro, vieron a otra.

¿En serio alguna vez sentí amor?

Recuerdo a las colombianas que nos pasearon en auto hasta las 5 de la madrugada. Quizás, en un microsegundo, las amé... Al otro día, el perro ya no estaba, en ese momento, jamás pensé en amarlas nuevamente.



Ridícula.

¿Y como mierda se supone que te diga que aún me gustai si tú estai con un tipo?

Debí haber echado esa moneda en la alcancía y confiar en que bendecirían mi mano... como pa' dejar de tener mala mano, digo yo, pero al final, el alcohol se apoderó de mi cabeza y se me olvidó por completo la acción de buena samaritana.

Ya, oh... te veo super poco, pero sé que pronto me necesitarás de nuevo, así que cuando vuelvas te  diré que me gustas o quizá no lo haga.

Detalles.

Acepto sin problema ni reproche que un extraño de aquel tipo, que caminaba por la calle de una forma impertinente e infantil en una mañana tan soleada como esa, mientras el efecto de la cerveza aún no me abandonaba del todo, me observara con esa pena reprimida con la que se vive cuando uno es pequeño, con sus largos cuernos de los que jamás sería despojado y con la piel mal cuidada que se pegaba a los huesos y que luego, sin más, corriera para luego volver nuevo.
Anoche, por otra parte, acepté sus interminables torturas, en un hogar pequeño que aún no conozco, sudando frío, con escasas ideas y poca razón, viendo como Mamá perdía el control y quería volver a arrancarla de raíz (como ya lo ha hecho más de una vez), con el sólo objetivo de ocultar el nombre la amada; amada de la cual ella no se debe enterar.
Cuando era todavía una niña, un objeto inerte me persiguió durante noches enteras, a la vez que cambiaba de color y Mamá no me ayudaba. Luego de incontables horas de huida, acabé refugiándome en un pequeño lugar habitado por artesanos de la zona, lugar, que claramente, no era en lo más mínimo un lugar indicado como refugio seguro. Nunca supe con certeza el objetivo de aquel trozo de piedra, sólo sé que si me volviese a buscar, me detendría a preguntarle.
Sin reparo alguno, en medio de una noche fría y con lluvia, perseguí a esas dos, acepté su encuentro furtivo, esperé que se dijeran adiós de la forma más fría que una de ellas pudo lograr, la abracé tranquila, la invité un café en la cafetería que tenía sus mesas al aire libre, donde las dependientas usaban ropa con la que se hubiese congelado el mismo demonio, olvidé mis principios al pagar y sólo me sorprendió que ella conociera a la que nos atendió. Luego de un rato acepté que ella hiciera magia negra y reía mientras me numera las consecuencias del acto, sacaba sus implementos y me mostraba cómo lo hacía. Quizá, su amada sería la más afectada.

A pesar de todo, esa noche fue distinta: cada pequeño detalle lo magnifiqué y analice con una paciencia que en mi vida había tenido y con gran eficacia. "Que ella no puede estar en mi cama", "que quizá la habitación estaba demasiado iluminada", o "un simple desayuno el día lunes" me hicieron dudar de todo y me hacían despertar para volver a introducirme en un nuevo laberinto del cual yo no poseía información.
Esa noche fue especial: la vi en mi cama, con sus ojos verdes penetrantes diciendo "hola" a secas, su nariz, su piel, sus orejas y esa expresión de enojo que nunca se llevó. Le debo su vida, y ya no tengo oportunidad de decirle esas dos anheladas palabras una vez más.

Yo sé que, más temprano que tarde, las vueltas nos juntarán una vez más y será esa la vez que no permitiré que me abandones de nuevo. La oportunidad definitiva.


Te amo, pequeña.
Onda... siendo bien sincera, la verdad es que quiero puro follarte.

ok, no es lo más hermoso que he escrito, pero sí lo más sincero.

M.

Te tengo en mi cabeza desde que desperté... En el instante  en que entro a nuestro lugar común te veo donde siempre, con tu figura sencilla y la sonrisa que no te abandona. Decido que es momento de acercarme a ti, te haces más grande con cada paso que doy, mis latidos se aceleran y ya no sé qué es exactamente lo que hago. Saludo a todos los que se cruzan en mi camino, sin quitarte los ojos de encima y sin prestarles atención sigo avanzando, buscando nuestro encuentro. Al fin me has visto: me miras con detención, quizás notaste la diferencia. Ahora, esa sonrisa es mía, alzas tu mano... no hay respuesta. Sigues sonriendo. Mi camino, al igual que tu espera, se han tornado eternos y enredados, pero ha acabado y se siente en el ambiente, todos somos capaces de sentirlo. El saludo es mera cordialidad, siento la tensión en tu piel, huelo algo nuevo... Te abrazo y sin saber cómo el acto es inminente. Las miradas confusas de todos están fijas en nosotras, todos impacientes y desconcertados, tienen ahora carne fresca para que devorar: seremos el tema de conversación de la semana entrante, pero eso tampoco importa...

¿Qué piensas?

Estamos tan distantes que no alcanzo siquiera a preguntar dónde o con quién estás. De momento la duda me carcome y sólo recuerdo las tantas veces que te has inmiscuido en mi cabeza pronunciando sin cesar esa pregunta que ya nos es tan familiar.

Jamás olvidaré que me mataste.

Caso.

La gente no sabe, por eso la gente no agradece.

O al menos, es así en este caso.

Sonrisa

Cuando te vi encima, hablarte poco, tratarte mal y alejarte fueron los primero síntomas. Sólo asumí que tu presencia me apestaba.
Ahora estabas abajo. Te miré con detención y acepté que todo de ti me cargaba, y de sobremanera ese sinsentido de vida, esos deseos reprimidos y esa individualidad característica del homo actual.
Ya no estabas encima, ya no estabas abajo. Simplemente ya no estabas... me desesperé y te deseé, te busqué alrededor y creo que hasta te llamé, mas respuesta no hubo.
Un día llegaste sola. ¿Qué hacías acá? ¿Qué hacías en mi cama? ¿Por qué te entrometías de esa forma? No sé que hacías, quizá nada hacías.
Después volviste a estar abajo. Tus comentarios apestaban, y ni rastro de tu persona en ese mundo paralelo... Me pediste ayuda, grabé cada detalle de ti en los laberintos de mis recuerdos y recordé la primera vez que te vi: en mi casa, invadiendo como siempre. El contexto era muy parecido, tú necesitabas ayuda (de mi ayuda, en resumidas cuentas), estabas con el mar mientras su tempestad aún no empezaba... tu figura, tu sonrisa y tu buena disposición (hasta un dibujo me hiciste). Lo que más destacó fue tu sonrisa.
Como siempre, te ayudé (incluso, en algún momento, te di la bienvenida.)


Eres una estúpida y lo sabes.
Eres una estúpida y deseo tu estupidez.
Eres una estúpida y eres feliz siéndolo.

Yo... yo te quiero mía.



Bajemos de la nube.

Hagamos como que me importa lo que dices, mientras a ti te importa mi malestar. 
Hagamos como que soy la víctima que sufre porque deseas estar con otra persona y que lloro todos los días por ti. 
Hagamos como que ocultas tu relación de una manera efectiva y yo no lo notó, mas veo esa extraña preocupación de tu parte (sí, eso de que no quieres hacerme sufrir porque me "quieres caleta").
Juguemos a que eres la persona más interesante del mundo y yo muero cada vez que te hablo (aunque sólo te hable por medios invisibles, puesto que ya hace tiempo no nos vemos a los ojos)

Qué ganas de abrazarte cada mañana y vivir de ti, no sabes cuantas ganas me sobran, no sabes que en realidad no soporto que pases por mi lado y no sabes cuanto duelen esos "hola" que nos damos por la mera cordialidad al cruzarnos día a día en nuestro espacio común... oh sí, qué importante eres.

Deja de creer que moriré si me dices las cosas claras; yo te dije mi verdad, espero lo mismo de ti.

 yo no muero por nadie.

Perdida.


Deseo ser esa persona con la que vives cada segundo infinito y quiero morir ahogando mis ganas de vida en tu boca, tu boca tan inalcanzable y tan distante de lo mundano de cada gente, esa boca que desea a otra, esa boca por la que muero.
Boca, boca.. que calla verdades y dice barbaridades, que ocultas las cosas más evidentes y que pides a gritos que me aleje mientras mueres también por mí, ven ahora a respirar de mi vida mientras yo respiro de la tuya.
Boca que se pierde en las sombras de un amor que no promete, que decae y no nace cada día. Labios que luchan por dejar de agonizar y morir pronto, lengua que no es capaz de ver que estoy ahí, siempre ahí.

Quiero ser aquella en la confías cada centímetro de tu piel, ser la persona que te acompaña en cada llanto improvisado y en cada sonrisa... qué bien te quedan las sonrisas en esa boca.

Mor.

Te extraño y no estoy dispuesta a ser tu amiga, esa que te apoya cada vez que necesitas un hombro donde llorar y que te acompaña en el sufrimiento... no quiero tener sólo una bella tarde junto a un café.
Te extraño y no estoy dispuesta a volver a enamorarme, no quiero destruirme mientras te veo dormir, no estoy dispuesta a terminar con mi intento de libertad. No quiero volver a empezar una batalla que está perdida desde sus inicios.

Te amo como amo a ese detalle que día a día me alegra, pero no me enamoraré de nuevo... no volverá a pasar.

Acá

Siempre soñaré con lo imposible. Hasta conseguirlo...
Yo quiero que ella esté conmigo... yo haré que ella vuelva a estar conmigo.

...

Hoy te busqué... más de la cuenta.
Hoy te esperé, te esperé y volví a esperar...

Hoy no llegaste.

Helio

Nos vamos perdiendo...
¿Para qué empezar de nuevo?
Me enamoro y me enamoro, como nunca antes estuve enamorada. "La amo" me grito. Me siento completa nuevamente... me siento feliz.  

A la mañana siguiente, con una sola palabra ella es capaz de acabar todo: Me devuelve a la tierra, donde las personas se golpean las unas a las otras con ideas redundantes que tienen el intento de ser distintas; me quita la vida, esa que tanto añora y que tanto desperdicia con cada paso y cada suspiro que experimenta; me vuelve a matar, para dejarme con esa sensación amarga por la mayor cantidad de esa mentira a la que llamamos tiempo.
Ella me dice no... ella me dice no. Yo duermo pensando en su no, lloro pensando en su no, sonrío pensando en su no.
Ella vuelve a decir no... vuelve a decirlo. Yo ya no pienso, yo ya no quiero, yo ya no vivo, yo ya no deseo.
Ella me destruye, ella lo sabe y disfruta cada vez que lo hace.


Ayer te amaba... hoy muero por culpa de un no.

Sangre

La sangre corría...

Desperté llorando, la luna aún brillaba en el cielo. Toqué mi oreja en un acto instintivo, mi mano húmeda confirmó que la sangre avanzaba y se apoderaba de lo que tocaba... con el paso del tiempo el dolor se mitigaba.

Miré la soledad que me envolvía... lejos, muy lejos, había movimiento: había vida. Los gatos hacían y deshacían amparados en la oscuridad. La noche se tornaba bastante inusual... Los gatos cesaron su actividad, la soledad se unía al silencio. Después de mucho tiempo, volvía a escuchar mi respiración.

Esperé unos minutos, ya no sabía por qué estaba despierta. La sangre estaba seca, limpié los restos. Los gatos llegaron a dormir, pronto cerramos los ojos y nos dispersamos hasta que la luna volvió a abandonarnos.

Si me das a elegir.

"Si me das a elegir entre tú y ese cielo donde libre es el vuelo para llegar a otros nidos"
Si me das a elegir
Entre tú y mis ideas...
Elijo mis ideas.