Quise despertar abrazada a ti, a tu cuerpo frío y rígido. Protegiéndote como en los viejos tiempos de ese peligro inexistente.
Verte muerta y así regalarte la tan ansiada libertad, dársela también a aquellos que han luchado, pero no han tenido la oportunidad de disfrutarla gracias a tu existencia...
Oh, sí.. esa tarde deseé correr hacia ti, darte un gran abrazo, el último gran abrazo para luego acabar contigo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario