Raíces

Algunas veces creí que ya no te amaba, pero cada vez que pensaba en ti te amaba un poco. Era un amor distinto, una mezcla entre maduro y completo, un amor que no dolía: No te necesitaba, tampoco necesitaba de tu amor o tus palabras.

Hoy te amo por lo que me has enseñado y por lo que me dejaste. Por la buena ortografía y por los libros sin terminar, por la buena comida, por las tardes desnudas, por los brindis ingenuos, por los planes que descansan en tu cabeza, por los límites rotos, por los besos que no nos dimos, por las películas perdidas, por las discusiones absurdas, por tus argumentos indestructibles y por la fuerza que sentí cada vez que desperté contigo.

Eres un recuerdo atado a mis raíces: 
no puedes crecer, tampoco morir.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario