Y más de un millón de veces sentí que todo había terminado ("terminó... terminó... al fin todo terminó")
La alegría era evidente. Se le sumaba un agotamiento que era a la vez un respiro. Respiraba tranquila después de mucho tiempo.
Mas nunca fue un completo final, la Tenebrosa Sombra siempre volvía a su lugar, a asustar y a gobernar tan sólo como ella lo sabe hacer.
Hoy vuelvo a decir terminó, todo terminó. La Tenebrosa Sombra ha perdido su fuerza.
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